Evidentemente, el grado de protección que ofrecen los distintos sistemas de seguridad para empresas y particulares no es el mismo en todos, y varía en función del equipo que hayamos elegido porque no todas las alarmas son iguales. De acuerdo a la Ley de Seguridad Privada, podemos decir que existen diferentes grados de seguridad (del 1 al 4), relacionados cada uno de ellos con los niveles de riesgo de sufrir un robo. Para que te hagas una idea, las necesidades de una boutique no son las mismas que las de una joyería, donde se almacenan objetos de gran valor. Lo mismo ocurre con las entidades bancarias, museos, , etc. Los cacos andan al acecho y para salvaguardar estos bienes son necesarios aparatos y sistemas de alarmas más fiables y seguros.
Las alarmas de grado 1 no están conectadas a una Central Receptora de Alarmas (CRA) y han sido diseñadas para ser instaladas en zonas de bajo riesgo.
Las de grado 2 son las más comunes. Las podemos ver en viviendas y en pequeños comercios. Éstas sí están conectadas a un centro de control, donde se reciben y atienden las distintas señales de alarma que emiten los equipos de seguridad. El encargado también de avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el caso de que fuera necesario.
Las alarmas de grado 3 están pensadas para aquellos establecimientos que presentan un riesgo medio alto de ser ‘víctimas de un atraco o robo’. Hablamos de bancos, joyerías, administraciones de lotería, galerías de arte, estaciones de servicio, bingos y salones con máquinas recreativas, etc. En definitiva, de negocios que precisan de unas elevadas garantías de seguridad.
Y, por último, las de grado 4. Son las que se recomiendan a aquellas instalaciones que presentan un alto riesgo de ser asaltadas. Las llamadas ‘infraestructuras críticas’, como locales donde se almacenan materiales explosivos, sustancias peligrosas y piedras preciosas, entre otras cosas.
Dada nuestra experiencia en la instalación de sistemas de seguridad para empresas y particulares, podemos decir que las primeras, las de grado 1, son del todo ineficaces, y las más completas las de grado 3, puesto que incluyen, de forma obligada, un sistema de video verificación. Este servicio permite detectar y descartar en tiempo real una alarma falsa al quedar grabado todo lo que está ocurriendo en el interior del edificio.
Estos equipos cuentan también con dos líneas de comunicación, asegurando la transmisión con la Central Receptora de Alarmas, ya que en el supuesto de que los ladrones corten una de las vías, dispondremos de una segunda para enviar la alerta. ¿De qué nos sirve una alarma si ésta detecta al intruso pero nadie se entera de lo sucedido?
Desde Carlús Seguridad creemos que otro punto importante en nuestra lucha contra los amantes de lo ajeno es colocar la unidad de control, la encarga de avisar a la CRA del delito, en una zona escondida y no dejarla a la vista de todos. Ya que no todas las alarmas son iguales, te ofrecemos una gran variedad.